La tecnología ha puesto al servicio del conductor una amplia gama de posibilidades para iluminar su camino y no hablamos metafóricamente, sino literalmente. Hoy vamos a centrar el foco, nunca mejor dicho, en una opción que se ha convertido en una elección frecuente en el equipamiento cuando no viene de serie. Te contamos siete ventajas y dos inconvenientes de los faros LED.

Consumo
Este sistema de iluminación es el más eficiente de todos: los faros LED consumen menos energía que los xenón o los halógenos, las otras opciones más frecuentes. Un gasto menor de electricidad implica un menor consumo de combustible: bien es cierto que no es una cantidad excesiva, pero sí hay que tenerlo en cuenta.

Vida útil
Los faros LED tienen a su favor que duran más que cualquier otro sistema. Según las especificaciones técnicas, los diodos empiezan a perder eficiencia a partir de las 20.000 horas de funcionamiento mientras que los faros xenón duran entre 600 y 2.000. Es muy probable, por tanto, que no tengas que cambiarlos durante toda la vida útil del coche y, además, su pérdida de intensidad se produce de forma progresiva.

Inercia lumínica
Este concepto hace referencia al tiempo que pasa desde que el faro comienza a encenderse hasta que emite luz. Los faros LED no tienen inercia lumínica: ese período es tan bajo que son casi instantáneos.

Pérdidas de energía
En el caso de los faros LED las pérdidas de energía no existen porque no emplean arco eléctrico o filamento. Por lo tanto, el calentamiento que se produce es mínimo… algo que tiene su parte negativa, como luego veremos.

Luz blanca
Si por algo se caracterizan los faros LED es porque emiten una luz más blanca y brillante. Esto no es cuestión de gustos, sino que evita que la vista se canse y hacen que la conducción nocturna sea más cómoda.

Prestaciones
Otra de las grandes ventajas de los faros LED es la versatilidad que ofrecen a la hora de ofrecen funciones avanzadas. La iluminación adaptativa es un buen ejemplo de ello: el coche cambia el haz de luz de forma automática cuando nos cruzamos con otro coche evitando, así, el impacto visual.

Diseño
Terminamos el capítulo de las ventajas con una cuestión meramente estética. La tecnología de los faros LED da la posibilidad a las marcas de configurar su propia firma lumínica utilizando distintas formas para marca la diferencia.

Las bajas temperaturas
Aunque, a priori, este inconveniente pueda parecer un factor externo, sí tiene una estrecha relación con los faros LED. Como os contábamos antes, el calentamiento es bajo por los sistemas de refrigeración pasiva y activa que incorporan. Si el calor no llega a la superficie transparente del faro, cuando el termómetro nos devuelve bajas temperaturas puede ser un problema porque no ayudará a deshacerse de la lluvia, la nieve o el hielo. Esto puede provocar que el haz de luz disminuya.

El precio
Tanto a la hora de añadirlos al equipamiento como en el momento de cambiarlos, algo que no suele ser frecuente, el desembolso será mayor que con otras tecnologías. Algo que se debe a varias causas: las averías son más complejas, cuando hay que cambiar algún elemento es necesario sustituir la óptica entera y, además, es aconsejable invertir en recambios de calidad u originales para mantener todas las ventajas antes mencionadas.